Veinte años no es nada…para los miserables.

Se cumplen 20 años del mayor atentado de nuestra historia. Con dolor lo recuerdo.

Una estrofa del famoso tango “Volver”, inmortalizado por Carlos Gardel y con múltiples versiones, dice:

Volver

Con la frente marchita

Las nieves del tiempo platearon mi sien

Sentir

Que es un soplo la vida

Que veinte años no es nada.

Tomo prestada esta estrofa para “volver” en el recuerdo a ese maldito 11 de marzo de 2004. Mi frente está algo marchita y mí sien bastante plateada. Pero sigo manteniendo los sentimientos que me invadieron esa fría y trágica mañana de aquel jueves de marzo. Han pasado veinte años y. como dice la canción, “no es nada”, sobre todo para los miserables que gobernaban nuestro país en esa fecha.

Como digo, mantengo vivo los sentimientos que me invadieron. Siguen frescos en mi memoria muchos de los momentos vividos en esos días, pero por si acaso mi memoria flaquease, he acudido a mis “cuadernos de notas”, en los que, en esos días fueron recogiendo algunas de las cosas que vivimos y sentimos.

El recuerdo de esa mañana sigue vivo en la memoria. Sobre las 8 menos veinte de la mañana, oigo a Iñaki Gabilondo adelantar la noticia de las explosiones en unos trenes de cercanía antes de entrar en la estación de Atocha. Noticia que se iría ampliando con las estaciones de “El Pozo”, Santa Eugenia, calle Téllez, estación de Atocha ¡Una masacre! Desolación, rabia, dolor, impotencia…toda una amalgama de sentimientos dolorosos se alojaron en mi corazón y en mi cerebro.

Noticias confusas se agolpan en mis recuerdos. Acudo a mis “cuadernos de notas” y veo: “el gobierno informa que ha sido un atentado de ETA”.

Paso la mañana pegado al transistor y con el ordenador conectado a internet para ver qué reacción hay en el mundo. Rechazo ver la televisión. Huyo del morbo de la “exposición de cadáveres” que algunos canales ofrecen.

Otra anotación que me encuentro hecha sobre las 14 horas: “algunos periódicos sudamericanos ponen en cuestión la autoría del atentado y apuntan hacia Al Qaeda”. Lamento no haber anotado con mayor precisión de qué medios de comunicación se trataba, pero así son las notas que tengo.

Sobre las dos y media me veo con un familiar policía, que acaba de salir de su turno de trabajo, él me confirma que entre el “cuerpo” existen muchas dudas de que haya sido ETA. Pero el gobierno de Aznar insiste en ello y en las comparecencias públicas no solo se reafirman en la autoría, sino que “satanizan” a quienes pudieran albergar dudas.

Las comparecencias de miembros del gobierno –el ministro Acebes-, nos dice que el atentado es obra de ETA. Así se lo ha comunicado a las diferentes fuerzas políticas que expresan su apoyo al gobierno. Veo otra anotación escueta: “Zapatero y Llamazares –en aquellos momentos líder de IU-que ya habían condenado el atentado y habían dado veracidad a la versión del gobierno, manifiestan que seguirán detrás del gobierno”.

Por la cronología de las notas, debió ser sobre las 4 de la tarde cuando me llega esa noticia. Sobre las 18,30 salgo para acudir a la concentración silenciosa convocada en mi ciudad como muestra de repulsa al atentando y en solidaridad con las víctimas.

Concentración silenciosa. Me impresiona la asistencia, una ciudad algo apática en las movilizaciones, se ha volcado de forma impresionante. Silencio que se rompe desde la parte en la que se han agrupado dirigentes y militantes del PP, con gritos contra ETA. Gritos que son silenciados por la mayoría en clara actitud de reproche. Y un comentario que comparto con quienes se encontraba en mi entorno: “Pues para mí, que no ha sido ETA”.

Terminada la concentración, una vez vuelvo a casa, contacto con algunos amigos y compañeros del partido y de la UGT que viven en otras provincias. Recabo su impresión y comentamos algunas de las informaciones que hemos venido obteniendo. Lo de ETA empieza a no ser creído por casi nadie, excepto el gobierno (que se lo cree en público) pero que, en privado, sabe de sobra que no lo ha sido.

Termino el día bastante tarde tras un nuevo repaso a los medios internacionales, en los que se empieza a ver que la autoría tiene nombre, Al Qaeda, adelantan unos, “El extremismo islamista”, dicen otros. ETA empieza a no “existir” para esos medios. En un medio inglés leo una frase que, a pesar de mi escaso conocimiento de inglés, me llama la atención, por ello la copio literalmente y la introduzco en un traductor automático: «El escuadrón de la muerte ha conseguido penetrar en el corazón de los cruzados europeos e infringir un golpe doloroso a uno de los pilares de la alianza cruzada, España». Parece que corresponde a un comunicado de “Brigadas Abú Hafs al-Masri/Al Qaida”. Pero esa información no es trasladada por los medios españoles.

Y una nota, creo que del día 12 de marzo, me llama hoy poderosamente la atención: “La Voz de Galicia habla de las palabras de unos agentes de policía con los que ha hablado un periodista en el mismo lugar de los hechos: «ETA no actúa así, siempre avisa antes de que las bombas exploten, no las coloca de forma indiscriminada», aseguraba uno de esos policías a este periodista. Y un titular inequívoco: “Infamia. Al Qaida –literal- perpetra en Madrid la mayor matanza terrorista de la historia”.

Claro, eso era en el 2004, antes de que Feijóo controlase a todos los medios gallegos “engrasándolos” con dinero público, hoy no es posible encontrar esa noticia en la hemeroteca de ese medio.

ETA solo existe para unos miserables malnacidos que, desde el gobierno, seguían trasladando información falsa, que presionaban a los medios de comunicación para que propagaran la versión de: “Ha sido ETA”.

Algunas frases tengo anotadas: ¿Es que alguien piensa que un Gobierno con dos dedos de frente en España, después de treinta años de terrorismo, ante un atentado como el de ayer, no tiene que pensar lógicamente, razonablemente, que pueda ser esa banda su autora? Aznar dixit.

“El modus operandi de las organizaciones terroristas, y muy en concreto de ETA”, dijo Acebes.

“¿Cómo puede ser que después de treinta años de atentados de la organización terrorista ETA no sea la prioridad en la investigación?”, también en boca de Acebes.

Sin olvidar la insistencia de Zaplana, portavoz del gobierno, en la autoría de ETA.

También tengo una nota resaltada: “Carlos Llamas abre su programa en la SER con el desmentido de ETA.”. Al bueno y siempre recordado Carlos Llamas, le llovieron las críticas por ello. Unas críticas que partieron, sobre todo, por unos sinvergüenzas que se autodenominan periodistas y que serían los artífices de la teoría de la conspiración. Unos malnacidos, de la misma calaña que José María Aznar y su gobierno, que han vertido los bulos más viles para no aceptar que la terrible matanza de Madrid tenía unos antecedentes, unas advertencias y unos responsables.

Antecedentes, unos atentados en otros países con bastante semejanza.

Unas advertencias, las realizadas por la Guardia Civil en marzo de 2003 y una nota del CNI de finales de 2003, en ambas se advierte de la posibilidad de perpetrarse atentados terroristas por grupos islamistas. En el mes de octubre, Bin Laden había amenazado a España por su participación en la guerra de Irak.

Y unos responsables –no del atentado, pues eso solo es achacable a los criminales que lo cometieron -, sino de actuar como actuaron sin prever las consecuencias de sus actos. Pero todo eso se quiso tapar con “el comodín” de ETA.

Pasaron los años, hubo una profunda investigación –incluida una Comisión parlamentaria-, un juicio y una Sentencia clara y firme, pero esos malnacidos no han pedido perdón y, tras veinte años, muchos de ellos, siguen alimentando los mismos bulos que en 2004.

Pero quienes solemos leer bastante y anotar algunas cosas, no podemos olvidar que, en febrero de 2020, quien fuera ministro de Asuntos Exteriores en el gobierno del PP, José Manuel Margallo, concedió una entrevista al diario “El País” en la que, algunos extractos de su libro de memoria son resaltados. Uno de ellos se refiere al recordó de esos días y habla de una reunión en Moncloa en la que, textualmente dice: “Entraron Pedro Arriola y Paco Villar y les pregunté: “¿Sabemos quién ha sido?” “Todavía no –me respondieron–. Si ha sido ETA nos salimos del mapa, pero si han sido los yihadistas nos vamos a casa”.

Una evidencia clara de que en el gobierno de Aznar y en el PP, estaban más preocupados por la incidencia del atentado en las elecciones del 14 de marzo, que en la tragedia humana que teníamos por delante. De ahí que llegar a las elecciones con: “Ha sido ETA” se convirtiera en el principal objetivo de estos malnacidos.

La sabiduría de un pueblo lanzó al aire una pregunta: ¿Quién ha sido?, y aquella pregunta se extendió por toda España como un gesto de rebeldía ante el engaño que se estaba intentando perpetrar por un Gobierno, el de Aznar, que llamó «miserables» a quienes decían que no era obra de ETA.

Los medios de comunicación, salvo algunas, muy pocas excepciones, actuaron como “brazo armado” del PP, tanto en el tratamiento informativo de la tragedia, como en la neutralidad, objetividad y pluralismo exigibles deontológica y legalmente ante unas elecciones generales.

El cenit de la indecencia lo alcanza “El Mundo” que, en la jornada de reflexión, publica una entrevista con Mariano Rajoy, candidato del PP con este resaltado titular: “Tengo la convicción moral de que ha sido ETA” y añadía: “«Ahora sería bueno que hubiera un Gobierno con mayoría absoluta”. Todo esto cuando el gobierno ya sabía, por medio del CNI, que este organismo de seguridad, trabajaba en esos momentos con un 99 por ciento de posibilidades que el atentado fuera obra de un comando islamista.

Una vez más despreciaban a la inteligencia y optaban por la falacia borreguil. Falacia que hoy, veinte años después, sigue instalada en la mente de una parte de la sociedad que aún da crédito a unos miserables malnacidos.

La catadura moral de esta calaña que anidaba –y anida en el PP- la da el insulto que Álvarez Cascos –a la sazón ministro de Fomento-, dirigió a Pilar Manjón, madre de una víctima y presidenta de la Asociación 11-M: «Por esta puta y 4 muertos de mierda perdimos las elecciones».

Como decía Machado: “Mala gente que camina y va apestando la tierra”. Y esa mala gente va desde Aznar y toda su “jauría”, hasta toda una caterva de periodistas que deshonran a la profesión, entre los que destacaron Alfredo Urdazi y Pedro J. Ramírez.

Rafa Valera 11_03_2024